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Royal Portrush Golf Club: Historia, Diseño y Claves del Links Más Icónico de Irlanda del Norte

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Royal Portrush, uno de los campos links más espectaculares del mundo y sede del Open 2025. Royal Portrush Golf Club by Russel Wills, CC BY-SA 2.0, via Wikimedia Commons

Royal Portrush Golf Club no es solo un campo de golf: es una catedral del golf links enclavada en la escarpada costa norte de Irlanda del Norte. Situado en County Antrim, y bañado por el viento del mar de Irlanda, este campo ha acogido algunas de las páginas más memorables de la historia del golf. Su recorrido más célebre, el Dunluce Links, ha sido sede del Open Championship en múltiples ocasiones, incluido el esperado regreso en 2019 y la edición de 2025.

Diseñado inicialmente por Old Tom Morris en 1889 y transformado radicalmente por Harry Colt en 1932, Dunluce Links es considerado por muchos como el mejor campo de golf de todo el Reino Unido fuera de St Andrews. Su mezcla de desafío técnico, belleza natural y carácter salvaje lo convierte en una prueba de fuego para los mejores golfistas del planeta.

Hoy, Royal Portrush se alza como uno de los destinos más prestigiosos del golf mundial, con una historia centenaria, una conexión profunda con la cultura irlandesa y un rol central en el calendario del golf profesional. Jugarlo no es solo competir con el campo, sino con el viento, las dunas y la tradición.

Historia y Origen del Campo

Fundado en 1888, el Royal Portrush Golf Club nació como The County Club antes de adoptar su nombre actual en 1892 tras recibir el estatus “Royal” por parte del Príncipe de Gales. Desde sus inicios, el club ha estado estrechamente vinculado al desarrollo del golf en Irlanda, siendo sede del primer Open Championship fuera de Escocia e Inglaterra en 1951, un hito histórico en el circuito del golf.

El diseño original de Old Tom Morris fue pionero en la zona, pero sería el célebre arquitecto Harry Colt quien, en 1932, redefiniría el recorrido con la creación del Dunluce Links. Su visión de un campo que fluyera con las dunas naturales del litoral norirlandés dio como resultado uno de los layouts más celebrados del mundo del golf.

Con el paso de las décadas, Royal Portrush se consolidó como referente del golf links clásico, albergando campeonatos nacionales e internacionales, incluyendo el The Amateur Championship y múltiples ediciones del Irish Open. No obstante, sería su regreso como sede del Open Championship en 2019 lo que marcaría un renacer global del club.

Para acoger el Open 2019, el campo fue objeto de una transformación estratégica liderada por Martin Ebert, socio de Mackenzie & Ebert. Se eliminaron dos hoyos del recorrido original (el 17 y 18) y se construyeron dos nuevos (los hoyos 7 y 8 actuales) sobre parte del terreno del Valley Links. Esto permitió una mejor logística para el torneo y un final más desafiante, sin perder la esencia Colt.

El resultado fue aclamado tanto por los jugadores como por la crítica, y Royal Portrush fue elogiado como «un escenario digno de Majors». En 2025, el Open regresará una vez más, consolidando al club como pieza central del golf mundial en el siglo XXI.

📣 Martin Ebert sobre Royal Portrush:
“Todavía existía el reto de convencer a los socios de que los cambios eran positivos para el club, y que no iban a desvirtuar el gran legado de Colt.”
Golf Digest

Ficha Técnica del Recorrido

El Dunluce Links de Royal Portrush Golf Club es un campo tipo links puro, moldeado por las dunas naturales y el viento del mar de Irlanda. Diseñado originalmente por Harry Colt y perfeccionado en tiempos modernos, es considerado uno de los recorridos más exigentes y espectaculares del mundo.

Estos son los datos esenciales que definen su carácter único:

  • Nombre completo: Dunluce Links, Royal Portrush Golf Club
  • Ubicación: Portrush, County Antrim, Irlanda del Norte
  • Año de apertura: 1888 (rediseño completo por Harry Colt en 1932)
  • Par total: 71
  • Número de hoyos: 18
  • Longitud oficial: 7.337 yardas (6.707 metros) desde los tees de campeonato
  • Tipo de campo: Links clásico, con dunas naturales, calles onduladas y vistas al océano
  • Acceso: Club privado con disponibilidad limitada para visitantes con reserva previa
  • Reconocimientos: Único campo en Irlanda del Norte que ha albergado The Open; habitual en rankings de los mejores campos del mundo
  • Características destacadas: Greens firmes y ondulados, bunkers profundos, vientos cruzados, cambios de elevación naturales
  • Temporada recomendada: De abril a octubre, cuando el clima es más benigno

Royal Portrush no es solo un campo hermoso: es una prueba completa de golf tradicional. Exige planificación, adaptación al viento y dominio técnico. Su fama y prestigio trascienden cualquier época del año o evento: es, por derecho propio, un lugar de peregrinación para los golfistas de todo el mundo.

Vista aérea de los campos Dunluce y Valley Links en Royal Portrush desde OpenStreetMaps
Vista aérea de Royal Portrush con los recorridos Dunluce (superior) y Valley (inferior) entre dunas costeras. © OpenStreetMaps
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Diseño y Características del Recorrido

El Dunluce Links de Royal Portrush es una obra maestra del diseño natural. La mano del legendario Harry Colt se aprecia en cada curva del terreno, pero el verdadero autor del campo es el paisaje salvaje del norte de Irlanda: dunas gigantes, pendientes abruptas, acantilados y vientos marinos constantes. No se impuso un trazado al terreno; se reveló lo que ya estaba allí.

El recorrido es un ejemplo puro de golf links clásico, donde el suelo firme, el rebote impredecible y el viento lateral son protagonistas. A diferencia de otros campos modernos, aquí la estrategia no se impone con agua o árboles, sino con ángulos de tiro, desniveles naturales y greenes ondulados que penalizan cualquier error de colocación.

El diseño se caracteriza por una fluidez excepcional. Cada hoyo tiene su personalidad, pero el conjunto se siente orgánico, como si siempre hubiese estado ahí. Los pares 4 son variados, con algunos cortos y tentadores y otros largos y brutales. Los pares 3 combinan belleza escénica con gran exigencia táctica, y los pares 5 pueden ser oportunidades de birdie o trampas en días ventosos.

Los búnkers de pot están colocados con intención quirúrgica, y los greenes se defienden con caídas laterales sutiles más que con trucos visuales. Cada golpe debe pensarse, desde el tee hasta el putt. El jugador debe adaptarse al suelo, al viento, al rebote… y a su propio plan de juego.

Los hoyos nuevos añadidos en el rediseño moderno (hoyos 7 y 8) encajan de forma tan natural en el conjunto que parecen parte del diseño original de Colt. Esta integración demuestra la fidelidad del club a su legado arquitectónico, incluso al modernizarse.

El Dunluce Links no intimida con artificios. Su grandeza está en lo sutil, en lo natural, en lo eterno. Es un recorrido que premia la imaginación y castiga la rigidez, como todo campo links de verdad. Y por eso, es considerado una obra maestra del golf mundial.


Los Hoyos Clave: Viento, Valentía y Precisión

El recorrido del Dunluce Links en Royal Portrush es una colección de hoyos inolvidables, cada uno con personalidad propia. Pero hay tramos que definen una vuelta, ya sea por su belleza, su exigencia táctica o su historia. Aquí repasamos algunos de los hoyos clave que todo golfista debe conocer antes de enfrentar este links legendario.

Hoyo 5 – “White Rocks” (Par 4)

Un hoyo que combina panorama costero y precisión quirúrgica. El green se asoma sobre un acantilado con vistas a las formaciones rocosas de White Rocks y al mar abierto. Aunque no es el más largo, el viento cruzado y el green angosto lo convierten en uno de los más delicados del recorrido. El approach debe volar alto y caer suave, o la bola acabará en el rough profundo o, peor aún, al vacío.

Hoyo 7 – “Curran Point” (Par 5)

Uno de los hoyos nuevos incorporados en el rediseño moderno, y ya considerado uno de los mejores pares 5 de todo el circuito. Su trazado en ligera bajada permite opciones de llegar en dos, pero solo si se ejecuta un segundo golpe largo y preciso sobre un complejo de bunkers estratégicamente situados. El green, elevado y protegido por dunas, penaliza cualquier error de distancia.

Hoyo 8 – “Dunluce” (Par 4)

Este par 4 recto y visualmente engañoso requiere un drive perfectamente colocado entre dunas y bunkers. El green, de forma alargada y elevado, exige un segundo golpe preciso con viento lateral habitual. El hoyo es nuevo en diseño, pero respira el ADN clásico del campo.

Hoyo 16 – “Calamity Corner” (Par 3)

Uno de los pares 3 más intimidantes del mundo. Con más de 230 yardas desde los tees traseros, este hoyo se juega sobre un abismo natural donde el más mínimo fallo a la derecha implica un viaje al rough espeso o incluso a la ladera rocosa. El viento es impredecible, y muchos optan por un hierro largo o madera para asegurar el green. Sobrevivirlo con par es una victoria moral.

Hoyo 17 – “Purgatory” (Par 4)

El hoyo que sigue a Calamity no da respiro. Un par 4 largo con salida angosta y green bien defendido por bunkers y caídas naturales. El nombre lo dice todo: superar este hoyo es cruzar el purgatorio antes del cierre. Aquí se pueden decidir campeonatos… o arruinarlos.

Estos hoyos condensan la esencia del Dunluce Links: entorno salvaje, decisiones críticas y belleza brutal. Jugar bien en Portrush no es cuestión de potencia, sino de entender el campo, el viento y uno mismo.

El hoyo 5 de Royal Portrush, un par 4 clave en la lucha por el Claret Jug. Average Golfer, CC BY 3.0, via Wikimedia Commons
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Factores Ambientales que Afectan el Juego

Jugar en Royal Portrush significa enfrentarse a la naturaleza en su estado más puro. El Dunluce Links no solo desafía con su diseño: el entorno climático del norte de Irlanda convierte cada ronda en una experiencia diferente. Viento, luz, humedad y rebotes son protagonistas permanentes en este escenario de golf salvaje.

Viento del mar de Irlanda: el factor dominante

El viento es el elemento más determinante en Portrush. Puede soplar desde cualquier dirección y cambiar durante la vuelta. Afecta el vuelo de la bola, la elección de palo y la estrategia en cada hoyo. Un par 3 de 170 yardas puede requerir un hierro 9 o una madera 3, según el viento. Aquí, el control de trayectoria es más importante que la potencia.

Rebotes links: impredecibles pero justos

El suelo firme y ondulado del Dunluce Links genera rebotes y rodaduras impredecibles. Una bola que cae perfecta puede salirse por la izquierda si golpea una loma oculta. Pero esa es la esencia del golf links: adaptarse al terreno, no dominarlo. Leer bien las pendientes del suelo es clave para colocar la bola en la zona correcta.

Humedad, niebla y cambios de luz

La humedad oceánica y la niebla matinal son frecuentes, sobre todo en primavera y otoño. Esto afecta la velocidad de los greenes y la respuesta del césped. Además, el contraste de luz entre cielo nublado y zonas soleadas puede dificultar la lectura de caídas en el putt o la percepción de profundidad en los tiros largos.

Temperatura: templado, pero engañoso

Aunque rara vez hace calor extremo, la temperatura fresca y el viento húmedo pueden hacer que el campo juegue más largo de lo que indican las tarjetas. Muchos jugadores deben usar capas térmicas incluso en verano. El aire denso y salino también afecta la distancia de vuelo, especialmente con hierros largos y maderas.

La adaptación: clave para sobrevivir

En Royal Portrush, el jugador debe adaptarse cada día. No hay dos vueltas iguales. La experiencia cambia según el viento, la humedad, la dureza del suelo y hasta la dirección del sol. La clave está en aceptar lo impredecible, leer el campo como un libro abierto… y saber cuándo ser agresivo y cuándo simplemente sobrevivir.

El hoyo 8 de Royal Portrush: un par 4 moderno que respira tradición, con salida exigente y green custodiado por dunas y trampas estratégicas. Average Golfer, CC BY 4.0, via Wikimedia Commons

Características de los Búnkers

En el Dunluce Links, los búnkers no son solo obstáculos: son parte esencial del lenguaje del campo. Su distribución, forma y profundidad reflejan la filosofía clásica de Harry Colt y el carácter del golf links. Aquí no se colocan búnkers “bonitos”, sino búnkers que influyen directamente en la toma de decisiones desde el tee hasta el green.

Colocación estratégica y penalización real

Los búnkers están colocados exactamente en los puntos donde el jugador quiere colocar la bola. En lugar de castigar errores enormes, castigan elecciones ambiciosas mal ejecutadas. Muchos de ellos no se ven desde el tee, lo que obliga a conocer el campo o leer bien la estrategia. Si quieres atacar, debes asumir el riesgo.

Hacer un bogey desde un búnker en Royal Portrush puede ser un éxito. Especialmente en hoyos como el 8, el 10 o el 14, donde una trampa mal leída puede eliminar toda posibilidad de birdie o par.

Diseño profundo, vertical y defensivo

Muchos de los búnkers en Royal Portrush tienen bordes elevados, casi verticales, que obligan a jugar un golpe de recuperación alto, con poco margen para el error. Algunos están tan profundos que incluso desde el centro del búnker no se ve el green. El diseño recuerda a los clásicos pot bunkers escoceses, aunque con identidad propia.

Arena compacta y condiciones cambiantes

La arena es densa y húmeda durante buena parte del año, lo que afecta el tipo de golpe a ejecutar. No es tan suelta como en climas secos, lo que permite un rebote más predecible, pero también exige técnica precisa. En días lluviosos, los búnkers pueden volverse pesados y pegajosos, haciendo más difícil levantar la bola.

Presencia visual sin romper el paisaje

Aunque son trampas temidas, los búnkers de Royal Portrush se integran de forma natural en el entorno. Sus bordes cubiertos de hierba alta, sus formas irregulares y su colocación en medio de dunas les dan una apariencia orgánica. No sobresalen: emergen del terreno, como si llevaran siglos ahí.

En conjunto, los búnkers del Dunluce Links no solo afectan el juego: condicionan el pensamiento. Obligan a visualizar la ruta ideal, a tomar decisiones inteligentes y a respetar la arquitectura. Como en los mejores campos del mundo, aquí el castigo nunca es gratuito… pero siempre es justo.

El espectacular hoyo 7 de Royal Portrush: un par 5 moderno y retador, con dunas naturales y vistas abiertas al mar de Irlanda. Average Golfer, CC BY 3.0, via Wikimedia Commons
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Tipo de Césped y Mantenimiento

Royal Portrush mantiene una de las superficies de juego más puras y auténticas del golf mundial. Fiel a su estilo links, el césped ha sido cuidadosamente seleccionado y gestionado para ofrecer rapidez, firmeza y naturalidad en todas las condiciones. El resultado es un campo que exige precisión en cada golpe, sin perder el carácter salvaje de la costa irlandesa.

Greenes de fescue y bentgrass

Los greenes del Dunluce Links están compuestos por una mezcla de fescue fino y bentgrass colonial, lo que proporciona una superficie rápida, firme y ondulada. Esta combinación resiste bien la salinidad y la humedad del entorno marino, manteniendo buena velocidad y rodadura durante todo el año, incluso bajo condiciones climáticas adversas.

El mantenimiento prioriza la firmeza y consistencia sobre la velocidad extrema. En condiciones óptimas, los greenes pueden rodar entre 10 y 11 pies en el stimpmeter, pero lo más desafiante es su lectura: caídas sutiles, múltiples plataformas y pendientes escondidas que castigan la falta de precisión con el putter.

Calles de césped links tradicional

Las calles están cubiertas mayoritariamente por fescue duro y ryegrass rústico, resistentes al viento, la sequedad y el tránsito constante. Esta superficie permite un rebote natural y una rodadura prolongada, típica del golf links. La bola no se detiene fácilmente, lo que obliga a jugar con el suelo más que con el aire, y a planear los golpes según el contorno de las calles.

Rough natural con zonas de penalización progresiva

El rough de Royal Portrush combina zonas de césped fescue medio y otras más extremas con vegetación alta y densa, propias de las dunas costeras. El margen de error es escaso: un desvío leve puede dejar un golpe jugable, pero uno mayor puede significar solo una recuperación al centro. Esta variabilidad es parte de su identidad: el castigo depende del grado de error, no del azar.

Mantenimiento sostenible y respetuoso con el entorno

El club sigue un enfoque de mantenimiento ecológico y gestión integrada del paisaje. Se evita el uso excesivo de fertilizantes, pesticidas o riego artificial, respetando el ecosistema natural de las dunas. Esto permite conservar la biodiversidad local, minimizar la huella hídrica y preservar el carácter auténtico del campo.

En Royal Portrush, el mantenimiento no busca la perfección estética artificial, sino la excelencia funcional. El césped no es un tapiz de jardín, sino una superficie viva y desafiante, en armonía con el viento, el mar y la historia del lugar.


Servicios e Instalaciones del Club

Aunque Royal Portrush es mundialmente reconocido por su campo, también ofrece una experiencia de club sobria, elegante y profundamente ligada a la tradición británica del golf. No es un resort moderno, ni pretende serlo. Aquí, el lujo no se mide por lo ostentoso, sino por el respeto al legado, la calidad del servicio y la discreción.

Clubhouse clásico y funcional

El clubhouse histórico combina arquitectura tradicional con comodidades modernas. Reformado con sensibilidad para albergar grandes torneos, mantiene su carácter original. Sus salones, repletos de historia y memorabilia, ofrecen vistas al mar y al recorrido. Los visitantes pueden disfrutar de un ambiente relajado pero formal, donde la etiqueta es parte de la experiencia.

Pro Shop y servicios al golfista

La tienda profesional del club cuenta con material de alta gama y ediciones limitadas del merchandising oficial de Royal Portrush. También se ofrece alquiler de palos, caddies experimentados, carritos manuales y eléctricos, así como servicios de limpieza y almacenamiento de bolsas para miembros e invitados.

Restaurante y hospitalidad

El restaurante del club ofrece cocina local de calidad, con productos frescos de la región de Antrim. Se sirven desayunos, almuerzos y cenas en un ambiente sobrio, con vistas al campo. La hospitalidad norirlandesa es una de las señas de identidad del club: profesional, cálida y sin estridencias.

Instalaciones de práctica y acceso visitante

Royal Portrush dispone de zona de prácticas completa con driving range cubierto, putting green y área de approach. Las bolas están incluidas para los jugadores con tee time confirmado. Aunque se trata de un club privado, admite visitantes con reserva previa, y muchos de ellos lo consideran la joya de su viaje a Irlanda del Norte.

Respeto, tradición y etiqueta

Como corresponde a su estatus histórico, el club mantiene un código de vestimenta clásico y normas de etiqueta tradicionales. No se permite el uso de gorras dentro del clubhouse ni prendas deportivas fuera de las zonas de juego. Los móviles deben usarse con discreción. La experiencia en Royal Portrush es tanto cultural como deportiva.

En definitiva, Royal Portrush no ofrece spa ni piscinas infinitas: ofrece historia viva, vistas imponentes y el privilegio de jugar en un templo del golf.

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Lo que Exige del Golfista Moderno

Royal Portrush no es un campo que se pueda dominar con fuerza bruta o tecnología. En el Dunluce Links, la distancia es secundaria: lo que importa es la precisión, la creatividad y el temple. Cada ronda es una prueba de lectura del entorno, adaptación al viento y toma de decisiones inteligente.

Lectura estratégica y juego al suelo

El golfista moderno, acostumbrado a volar la bola hasta el objetivo, debe aprender a jugar al suelo: usar las pendientes, prever los rebotes y elegir trayectorias bajas. El campo premia el juego técnico y cerebral, donde un hierro 5 punchado puede ser más útil que un drive perfecto sin plan.

Capacidad de adaptación al viento

Pocos campos castigan tanto a quien no ajusta su estrategia al viento como Royal Portrush. Saber cuándo atacar y cuándo aceptar el bogey es parte esencial del recorrido. Los mejores jugadores no son los que más birdies hacen, sino los que evitan los errores grandes en condiciones difíciles.

Precisión con hierros y juego corto

Con greenes ondulados y firmes, y entradas estrechas entre bunkers, el control de distancia con los hierros es crucial. Pero aún más importante es el juego corto alrededor del green, donde el jugador debe saber cuándo usar un putt largo, un bump-and-run o un flop shot. En Portrush, el toque fino vale más que los metros recorridos.

Solidez mental y gestión del error

El Dunluce Links no perdona desconcentraciones. Aquí, la frustración puede costar dos hoyos. La clave está en aceptar los rebotes impredecibles, mantenerse paciente y pensar cada golpe como una partida de ajedrez. El golfista que se adapta mentalmente tiene ventaja sobre el que solo se apoya en su swing.

En resumen, Royal Portrush exige visión, control, inteligencia y humildad. Es un test que premia al jugador completo, y que recuerda que el golf, en su esencia más pura, es un diálogo entre el jugador y el paisaje.

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Comparaciones con Otros Campos

Royal Portrush es uno de los links más icónicos del mundo, pero no existe en aislamiento. Compararlo con otros recorridos históricos permite entender su personalidad única dentro del universo del golf británico. A continuación, lo situamos frente a algunos de los templos más prestigiosos del juego.

St Andrews (Old Course)

Ambos comparten historia, mística y estatus de Majors, pero sus diseños son radicalmente distintos. St Andrews es amplio, plano y estratégico, con greens compartidos y un trazado que permite creatividad sin castigo inmediato. Royal Portrush es más visualmente dramático, con dunas elevadas, tiros ciegos y penalizaciones más severas. En St Andrews se improvisa; en Portrush se sobrevive.

Royal Birkdale

Ambos ofrecen fairways encajonados entre dunas, pero Birkdale es más plano y predecible. Portrush, en cambio, tiene mayor elevación natural y un trazado más escarpado. Si Birkdale es un test de precisión desde el tee, Portrush añade el reto de la topografía cambiante y el viento más errático del mar de Irlanda.

Carnoustie

Carnoustie es considerado el más difícil en términos puros de dificultad técnica, con rough denso, calles angostas y agua en juego. Royal Portrush comparte ese nivel de exigencia, pero con un entorno más visualmente espectacular y un ritmo más variado entre hoyos largos y oportunidades tácticas. Carnoustie castiga sin piedad; Portrush castiga solo si se toma una mala decisión.

Royal County Down

Ambos están en Irlanda del Norte y comparten el entorno natural de dunas gigantes y vistas oceánicas. Pero Royal County Down es más abrupto y visualmente intimidante, con múltiples tiros ciegos y greenes difíciles de leer. Portrush es más equilibrado y justo desde el punto de vista del diseño: cada reto tiene solución si se planifica con precisión.

The Royal and Ancient Golf Club of St Andrews, considerado el hogar del golf, ha jugado un papel fundamental en la evolución y regulación del golf a lo largo de los siglos. Foto por Suicasmo CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons.

En definitiva, Royal Portrush está en la cima de los links del mundo: tan bello como St Andrews, tan exigente como Carnoustie, tan puro como Royal County Down. Pero con una personalidad propia que mezcla tradición, modernidad y un entorno natural que corta la respiración.


Tarjeta de Puntuación y Análisis del Recorrido

El recorrido del Dunluce Links es un par 71 que se extiende por más de 7.300 yardas desde los tees de campeonato. Aunque las distancias pueden variar ligeramente según condiciones y eventos, el trazado mantiene un equilibrio perfecto entre tramos de supervivencia y oportunidades de ataque. Cada hoyo presenta decisiones críticas, especialmente bajo viento cambiante.

HoyoParYardasHCP
1442111
255745
3317717
444821
5437415
6319413
755923
844347
944319
OUT363.679
1044474
1144742
12320218
1344726
1444738
15441814
16323610
17440812
18447416
IN343.604
TOTAL717.283
Nota: La longitud oficial del recorrido es de 7.337 yardas, aunque puede variar ligeramente según la configuración del día o evento.
Course Rating / Slope: 75.2 / 142 (Championship Tees)

Algunas claves tácticas del recorrido:

  • Inicio exigente: el hoyo 4 es uno de los pares 4 más difíciles del campo, con viento lateral y green en alto.
  • Par 3s variados: desde el corto hoyo 3 hasta el brutal “Calamity Corner” (16), que puede requerir madera 3 con viento en contra.
  • Back nine exigente: desde el 10 hasta el 18 se requiere concentración plena, sin hoyos de “descanso”.
  • El hoyo 7: único par 5 alcanzable en dos con viento a favor, pero flanqueado por bunkers traicioneros.
  • Final memorable: el hoyo 18 es recto, largo y flanqueado por público en grandes torneos: el par no está garantizado.

Royal Portrush no es un campo que se supere con agresividad ciega. Cada número en la tarjeta refleja una batalla ganada (o perdida) contra el viento, las dunas y las decisiones tomadas bajo presión.


Un Links Legendario con Proyección Global

Royal Portrush es mucho más que un campo de golf: es una declaración de lo que el golf puede ser cuando se juega en su forma más pura. Con un recorrido moldeado por la naturaleza, desafiante y hermoso a partes iguales, representa la esencia del golf links tradicional, sin concesiones, sin artificios.

Su historia centenaria, su rediseño ejemplar y su capacidad para acoger los mejores torneos del mundo lo colocan entre los campos más prestigiosos y deseados del planeta. Pero lo que realmente distingue a Portrush es esa sensación que solo los grandes lugares provocan: el respeto, el asombro y el deseo de volver.

Ya seas un jugador profesional, un aficionado apasionado o simplemente un amante del golf bien diseñado, Royal Portrush debería estar en tu lista. No solo por su dificultad, sino por su autenticidad. No solo por sus vistas, sino por su carácter. Y no solo por su fama, sino por cómo te hace sentir cada vez que pisas su primer tee.

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