
Rory McIlroy es uno de los golfistas más talentosos de su generación. Ganó cuatro majors entre 2011 y 2014 y, tras una larga sequía, volvió a levantar un grande en 2025 al conquistar el Masters de Augusta. Aun así, su historial reciente en los majors sigue marcado por momentos de presión mal gestionada. ¿Es la mente lo que le ha impedido alcanzar antes ese quinto grande?
El talento incuestionable de Rory
Pocos jugadores han tenido un impacto tan temprano y potente en el golf profesional como McIlroy. Su swing fluido, su pegada, su temple cuando está en racha… todo apuntaba a que superaría sin problemas la barrera de los 10 majors. En 2014, con solo 25 años, ya tenía cuatro. Pero después, el contador se estancó durante más de una década, hasta que volvió a ganar un grande en el Masters de Augusta 2025.
Aun así, las dudas siguen vivas. Rory sigue siendo uno de los mejores del mundo: gana torneos, lidera estadísticas clave y rara vez falla cortes. Entonces, ¿qué pasa en los grandes escenarios que no consigue dominar?
Qué es el «choke» y cómo afecta al golf
Según la neurocientífica Sian Beilock, experta en este fenómeno, el «choke» aparece cuando el cerebro interfiere en procesos que deberían ser automáticos. La presión altera la fluidez del movimiento, introduce dudas y genera ansiedad anticipatoria. El cuerpo reacciona como si estuviera en peligro.
Beilock lo ha demostrado en múltiples estudios de neuroimagen, como en su trabajo publicado en Psychological Science (Beilock & Carr, 2001), donde comprobó que los deportistas bajo presión activan regiones cerebrales asociadas al control consciente, interfiriendo con habilidades ya dominadas.
Beilock, S. L., & Carr, T. H. (2001). On the Fragility of Skilled Performance: What Governs Choking Under Pressure? Journal of Experimental Psychology: General, 130(4), 701–725. https://doi.org/10.1037/0096-3445.130.4.701
Casos claros en la carrera de McIlroy
Hay varios episodios que ilustran estos bloqueos. En el US Open 2024, McIlroy lideraba y falló dos putts cortos en los hoyos finales. En el Open de 2019 en Royal Portrush, mandó su primer golpe fuera de límites y acabó con un cuádruple bogey. No superó el corte.
Situaciones donde la presión externa se combina con la interna, generando un cóctel que afecta al rendimiento. En Portrush, por ejemplo, no solo jugaba ante su público, sino también contra el recuerdo de sus propios fracasos.
La presión del éxito y la carga emocional
Durante años, cada major que pasaba sin victoria añadía más presión a los hombros de Rory McIlroy. Pero esa presión no venía solo de él mismo. También venía del público, de los medios, de su país. En 2019, tras quedar fuera del corte en el Open de Royal Portrush, lo admitió con claridad: «Al final ya no jugaba para mí, jugaba para todos ellos».
Aunque en 2025 rompió su larga sequía de grandes al conquistar el Masters, la carga emocional no ha desaparecido del todo. Jugar un major en suelo británico, con la historia y las expectativas sobre su espalda, sigue siendo un reto mental. La presión del éxito pasado, sumada al deseo de cumplir con su gente, puede convertirse en una barrera invisible. Y en golf, lo invisible también pesa.
¿Cómo se puede superar el choke?
La ciencia indica que el bloqueo mental se puede entrenar. Muchos deportistas trabajan con psicólogos para aprender a gestionar la presión: técnicas de respiración, visualización, exposición a simulaciones de alta tensión… Todo suma.
Tiger Woods practicaba bajo el acoso intencionado de su padre. Jack Nicklaus se concentraba en sus dedos de los pies para desconectar el pensamiento. Cada uno encuentra su forma de combatir el «choke».
Cómo entrenaba su enfoque, qué rutinas seguía bajo presión y por qué su fortaleza mental marcó una era en el golf moderno.
Descubre su mentalidad ganadora
2025: ¿el año de la liberación?
En este Open Championship 2025, McIlroy ha vuelto a Portrush con una actitud diferente: más relajado, menos cargado de expectativas. Aún no ha ganado, pero parece estar disfrutando del camino. Tal vez ese sea el primer paso para romper el bloqueo.
El talento está. El juego, también. Lo que queda es liberar la mente. Y si lo consigue, nadie dudará de que Rory McIlroy está destinado a volver a levantar un major.
El rey de los majors no solo dominaba con sus golpes: su fortaleza psicológica fue clave en cada gran victoria.
Conoce su fórmula para rendir bajo presión