En el golf moderno, la capacidad de adaptarse a cada situación del campo sin depender únicamente del cambio de palo es una virtud reservada a los grandes. Scottie Scheffler, actual número uno del mundo, ha elevado esta idea a otro nivel. Su dominio del control de altura con un mismo hierro no solo impresiona visualmente, sino que resume el porqué está en la cima del golf mundial: precisión, técnica y una comprensión profunda de su juego.
Tres trayectorias, un solo palo
En un vídeo compartido por Golf Digest, Scheffler realizó una demostración brillante de lo que significa tener verdadero control sobre el vuelo de la bola. Utilizando un mismo hierro, ejecutó tres golpes totalmente distintos, variando únicamente aspectos técnicos como la posición de la bola, el ángulo de ataque y el loft dinámico. El resultado fueron tres trayectorias: una baja de 14 metros, una estándar de 31 metros y una alta de 44 metros.
Cada una de ellas responde a situaciones reales del campo. El golpe bajo, que voló apenas a 14 metros de altura, es ideal para jugar contra el viento o cuando se busca que la bola ruede tras el impacto. Para lograrlo, Scheffler colocó la bola más atrás en su stance, redujo el loft del palo y atacó con un ángulo más descendente. El vuelo fue tenso y penetrante, como una flecha buscando el objetivo sin perder energía.
En la trayectoria media, típica del golpe estándar con ese hierro, Scheffler utilizó una posición neutra de la bola, con un swing fluido y natural. El loft dinámico se mantuvo estable, permitiendo una salida consistente y controlada. Este tipo de golpe es el más habitual, el que se utiliza cuando no hay viento ni obstáculos comprometidos, y que permite una mayor previsibilidad en el control de distancia.
Por último, el golpe alto, el más espectacular visualmente, alcanzó una altura de 44 metros. Aquí el estadounidense adelantó ligeramente la bola en el stance, aumentó la velocidad de la cabeza del palo y generó más spin. El resultado fue una parábola imponente, diseñada para superar árboles o detener la bola en greenes duros con total precisión.
Más allá de las cifras, lo importante es el mensaje: no cambió de palo en ningún momento. La herramienta fue la misma, pero el resultado cambió por completo gracias a los ajustes en la ejecución.
Descubre su rutina, mentalidad y claves de preparación física y técnica en nuestro análisis sobre el entrenamiento y la disciplina de Scheffler.
Por qué no cambia de palo como los amateur
Muchos jugadores amateur, cuando se enfrentan a condiciones variables o dudas tácticas, recurren de forma automática a otro palo. Si quieren un golpe más bajo, eligen un hierro más largo. Si necesitan más altura, toman un wedge. Esto no es incorrecto, pero limita las opciones.
Los profesionales como Scheffler entienden que dominar un solo palo en diferentes situaciones da más control. En condiciones de viento, por ejemplo, jugar con una trayectoria baja sin tener que recurrir a un palo más largo permite una mejor lectura del golpe y evita el error de cálculo por exceso de distancia. También mejora la consistencia: cuanto más se trabaja la variedad con un solo palo, mejor se afina la sensibilidad del swing.
Además, esta versatilidad ofrece un abanico estratégico más amplio. Hay ocasiones en las que, incluso en un golpe corto, puede ser preferible mantener una trayectoria baja para aprovechar el rodamiento en el green, o al revés: lanzar alto para frenar en seco. La clave no es el palo, es el control que el jugador tiene sobre él.
Aprende a ajustar tu estrategia, controlar la altura de tus golpes y tomar mejores decisiones en condiciones difíciles con nuestra guía completa para jugar al golf con clima adverso.

Cómo Scheffler ajusta su técnica
Lo que diferencia a Scheffler de otros jugadores es que estos ajustes no son accidentales. Son producto de horas de entrenamiento específico y de una capacidad extraordinaria para leer el golpe antes de ejecutarlo.
El primer factor que modifica es la posición de la bola. Cuanto más atrás en el stance, más baja será la trayectoria; cuanto más adelantada, más alto volará la bola. Después, modifica el ángulo de ataque: más descendente para trayectorias bajas y más neutro o ascendente para generar vuelo. Esto se traduce también en un loft dinámico diferente en cada caso, es decir, en el ángulo real que presenta la cara del palo en el momento del impacto.
Además, entra en juego el spin: a mayor velocidad y fricción en la cara del palo, más efecto y más altura. En los golpes altos, Scheffler busca deliberadamente aumentar la rotación de la bola para lograr vuelos amplios y una caída vertical que minimice el rodamiento.
Todo esto requiere una comprensión muy fina de los fundamentos del swing, pero también de la intención previa. No se trata solo de golpear bien, sino de visualizar el resultado antes de ejecutar.
Mejora tu control de distancia y tu capacidad de dejar la bola cerca del hoyo con estos ejercicios prácticos para mejorar tu aproximación al green.
Shotmaking de élite
El concepto de shotmaking se refiere a la capacidad de fabricar golpes, de elegir entre varias opciones posibles y ejecutar aquella que se ajusta mejor a la situación. En el caso de Scheffler, esta habilidad no solo es estética, sino extremadamente práctica. Gracias a su capacidad de manipular la altura con un mismo hierro, puede atacar banderas complicadas, adaptarse al viento sin perder control o resolver situaciones de riesgo con soluciones poco convencionales.
El vídeo en el que muestra estas tres trayectorias no es solo un ejercicio de estilo. Es una declaración de principios. Scheffler no juega a “palo y distancia”; juega a interpretar el campo y adaptar su golf a lo que cada hoyo exige.
Explora cómo cultivar una mentalidad fuerte y enfocada en nuestro artículo sobre preparación psicológica y mentalidad ganadora.
Un ejemplo para golfistas de todos los niveles
Para quienes están aprendiendo o buscando mejorar, este enfoque es inspirador. A menudo nos obsesionamos con tener el equipo perfecto o con encontrar el palo exacto para cada situación, cuando en realidad el verdadero salto de calidad llega al entender que un mismo palo puede hacer mucho más de lo que pensamos.
Observar a Scheffler es aprender que la técnica no termina cuando el swing arranca: empieza mucho antes, con la visualización, la planificación del golpe y el ajuste fino de cada variable.
Descubre cómo el material y la flexibilidad afectan tu trayectoria en nuestro análisis sobre varillas de golf, sus tipos y características.