Golfista ejecutando un chip bajo en día ventoso cerca del green
Chip bajo en condiciones de viento: técnica clave para mantener la bola controlada y evitar que el aire altere su trayectoria.

El chip es uno de los golpes más decisivos en el juego corto. No se busca potencia, sino máximo control. Un golpe bien ejecutado puede salvar un par desde fuera del green o incluso dejar una opción clara de birdie. Esta guía te mostrará cómo dominar esta técnica: desde la colocación inicial hasta el tipo de palo, pasando por el movimiento del swing, los errores comunes y ejercicios para mejorar tu precisión en cada chip.

¿Qué es el chip en golf?

El chip es un golpe corto que se realiza normalmente desde las inmediaciones del green, cuando la bola no está sobre él pero se encuentra a poca distancia del hoyo. Su objetivo es levantar ligeramente la bola, superar un pequeño obstáculo si lo hay (como una franja de rough, un búnker o una caída del terreno), y luego dejar que ruede hasta el hoyo.

A diferencia del pitch, que implica un vuelo más alto y una mayor parada, el chip busca una trayectoria baja y un mayor recorrido por el suelo. Por eso, se ejecuta con un swing más corto, una posición más compacta y palos como el pitching wedge, el hierro 9 o incluso el sand wedge en ciertas condiciones.

💡 Piensa en el chip como una extensión del putt, pero desde fuera del green. Si puedes rodar la bola, chipéala; si no puedes rodarla, haz un pitch.

Bola de golf a punto de entrar en el hoyo tras un putt suave y preciso
Dejarla “dada” no es suerte: es control de velocidad, lectura del green y toque preciso.

Posición inicial y colocación de la bola

En el chip, la postura debe ser compacta, estable y con control total del cuerpo. No se busca potencia ni amplitud, sino precisión y consistencia. Una buena posición inicial te permite contactar la bola limpiamente y controlar la trayectoria y la distancia del golpe.

✔️ Posición de pies y distribución del peso

Una base sólida es el primer paso para un chip efectivo. La colocación de los pies influye directamente en la estabilidad del cuerpo, la dirección del golpe y el ángulo de ataque. A diferencia del swing completo, donde el cuerpo rota más, en el chip buscamos minimizar los desplazamientos laterales y maximizar el control.

  • Pies juntos o a la altura de las caderas: reduce la base de apoyo para limitar el giro y facilitar un movimiento compacto. Esto también ayuda a que el swing se mantenga en un plano vertical y controlado.
  • Rodillas ligeramente flexionadas: la flexión debe ser natural, no forzada. Una ligera flexión estabiliza la parte inferior del cuerpo, evitando que las caderas se muevan de forma excesiva durante el swing.
  • Peso cargado sobre el pie delantero (izquierdo en diestros): coloca entre un 60% y un 70% del peso sobre el pie delantero desde el setup, y mantenlo allí durante todo el golpe. Esta distribución promueve un contacto descendente y ayuda a evitar los topazos causados por “echarse hacia atrás”.

⚠️ Muchos errores en el chip empiezan por una mala distribución del peso. Si lo colocas atrás, probablemente falles el contacto o levantes la bola con poca precisión.

📌 Consejo práctico: durante la práctica, coloca una moneda o tee debajo del talón del pie trasero. Si lo sientes elevándose en el backswing, es señal de que estás trasladando peso hacia atrás. El chip necesita firmeza delante, no oscilación.

✔️ Inclinación del cuerpo

La inclinación del cuerpo en el chip define el ángulo de ataque y permite un contacto limpio con la bola. A diferencia de los golpes más largos, donde el cuerpo tiene mayor movilidad, en el chip la clave está en crear un eje estable y funcional, sin rigidez pero sin colapsos.

  • Torso inclinado hacia adelante desde las caderas: evita doblar la espalda o encorvar los hombros. El cuerpo debe inclinarse como una bisagra desde las caderas, manteniendo la espalda recta y relajada. Este ángulo facilita un contacto descendente y una mejor alineación visual con el objetivo.
  • Manos ligeramente adelantadas respecto a la bola: el grip del palo debe estar alineado con el muslo izquierdo (en diestros), formando un pequeño ángulo hacia adelante. Esta posición promueve un golpe firme, evita que la cara del palo se abra y ayuda a comprimir la bola correctamente.
  • Brazos relajados, pero conectados al cuerpo: los codos deben mantenerse cerca del torso, sin rigidez. La idea es formar un triángulo entre los hombros y las manos, que se conserve durante el swing. Este triángulo aporta estabilidad y reduce la posibilidad de movimientos erráticos con las muñecas.

💡 Una buena inclinación permite que el swing fluya como un péndulo. Si colapsas el tronco o sueltas los brazos, perderás el control del palo y del contacto.

📸 Visualízalo así: imagina que estás leyendo una línea recta en el césped desde la bola hasta el hoyo. Esa lectura comienza con tu cuerpo inclinado correctamente y tu cabeza estable sobre la bola.

✔️ Colocación de la bola

La posición de la bola en el stance es uno de los factores más determinantes en el chip. Pequeños ajustes pueden cambiar drásticamente la trayectoria, el vuelo y el rodamiento de la bola. Aprender a controlar esta variable te da la flexibilidad necesaria para adaptarte a cualquier situación cerca del green.

  • Para un chip estándar: coloca la bola ligeramente atrás del centro del stance, justo delante del pie derecho (en jugadores diestros). Esta ubicación favorece un contacto descendente y un vuelo bajo con buen rodamiento.
  • Bola más retrasada: cuanto más atrás coloques la bola, más bajo saldrá el golpe y más tiempo pasará rodando. Es ideal cuando tienes mucho green disponible y ningún obstáculo que superar.
  • Bola más adelantada: si necesitas un chip más alto, adelanta la bola hacia el centro o incluso hacia el pie izquierdo. Esto aumenta el loft activo del palo, pero también disminuye el control del rodamiento y exige más precisión en el impacto.

📏 Regla práctica: con la misma técnica, un chip con la bola atrás se comportará como un putt con salto, mientras que una bola adelantada se parecerá más a un mini pitch. Aprende a variar sin cambiar tu swing.

⚠️ Evita mover la bola sin ajustar el resto del cuerpo. Si colocas la bola más adelante, también deberás reposicionar el eje del cuerpo para mantener el punto de contacto delante.

Imagen que muestra a un golfista en la posición inicial de un golpe de approach. Se observan los pies ligeramente separados, el cuerpo alineado con la dirección del tiro y la bola colocada al centro del stance. Esta postura es clave para la precisión y el control en golpes cortos.
Posición inicial correcta para un golpe de chipping preciso y controlado
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El swing en el chip: corto y preciso

El swing del chip no se parece al de un drive ni a un hierro largo. Es mucho más compacto, controlado y técnico. Aquí, lo importante no es la velocidad, sino el ritmo, la precisión y la consistencia. El movimiento debe ser suave, con una sensación de “putt largo” que conecte cuerpo y brazos.

✔️ Movimiento de brazos y muñecas

El chip es un golpe de precisión, no de potencia. Por eso, el movimiento debe ser compacto y controlado, con una mecánica que mantenga la estabilidad del cuerpo y evite oscilaciones innecesarias. Los brazos y las muñecas cumplen un papel esencial: su sincronización define la calidad del impacto y la regularidad de la trayectoria.

  • Brazos y hombros se mueven en bloque: el swing de chip se ejecuta como un solo conjunto, desde los hombros hasta las manos. Esta unidad evita desajustes de ritmo y ayuda a mantener constante el plano del swing. Imagina un pequeño triángulo entre tus brazos y hombros, y procura que se mantenga intacto durante todo el movimiento.
  • Muñecas firmes y estables: no debe haber quiebres bruscos ni giros. Las muñecas no generan potencia en el chip; su función es mantener el ángulo del palo estable. Cualquier exceso de acción en esta zona puede provocar desvíos laterales o golpes inestables.
  • Sensación de péndulo corto y fluido: el chip ideal se parece a un putt largo, con un balanceo suave hacia atrás y hacia adelante. La cadencia debe ser natural, sin acelerones ni pausas. Cuanto más uniforme sea el ritmo, más constante será el resultado.

💡 Un chip técnicamente sólido nace de la estabilidad: si los brazos y muñecas se mantienen conectados y controlados, el palo hará su trabajo sin necesidad de forzar el swing.

📌 Ejercicio útil: Coloca una toalla enrollada entre tus brazos (justo debajo de las axilas) y haz chips sin dejarla caer. Esto te obligará a mover el cuerpo en bloque, evitando que los brazos o las muñecas se desconecten del torso.

✔️ Longitud del swing

Una de las claves del chip es ajustar la longitud del backswing al objetivo sin comprometer el ritmo ni la técnica. No se trata de golpear más fuerte, sino de ampliar o acortar el recorrido manteniendo la misma fluidez. Esta gestión de la distancia es lo que convierte a un buen chipeador en un jugador confiable alrededor del green.

  • Backswing proporcional a la distancia: para un hoyo cercano (2–5 metros), basta con un movimiento corto a la altura del muslo; si el objetivo está más lejos (10–15 metros), puedes alargar el backswing hasta la cintura. Pero siempre con control.
  • Movimiento simétrico: el swing hacia adelante debe tener una longitud similar al de subida. Esto favorece un ritmo equilibrado y evita “golpes empujados”.
  • Evita los swings amplios y descontrolados: al superar cierto rango de movimiento, es fácil romper la estructura del cuerpo y alterar la precisión del impacto. Si el hoyo está más lejos de lo habitual, considera cambiar de palo antes que alargar de más tu swing.

💡 Un chip largo no se ejecuta con más fuerza, sino con un backswing más amplio y suave. La aceleración constante es más importante que la velocidad.

📌 Consejo de práctica: coloca referencias visuales (como tees o pañuelos) a distintas distancias y trabaja con tres longitudes de backswing: corta (rodilla), media (muslo) y larga (cintura). Usa siempre el mismo palo y observa cómo responde la bola. Eso te dará una tabla mental de distancias realistas.

✔️ Ritmo y cadencia

El chip es un golpe de sensaciones y ritmo, no de fuerza. La cadencia con la que se ejecuta determina no solo la distancia, sino también la calidad del contacto. Un buen ritmo genera confianza, estabilidad y precisión. Acelerar o frenar el movimiento rompe esa armonía y genera errores.

  • Ritmo suave, sin aceleraciones bruscas: el backswing y el downswing deben fluir con la misma velocidad relativa. Evita “golpear” la bola como si fuera un empujón o un tirón. Piensa en soltar la bola hacia el objetivo con suavidad y control.
  • Cuenta mental: “uno–dos”: mentaliza “uno” al subir el palo y “dos” al bajarlo. Esta cadencia natural ayuda a mantener el tempo constante y evita aceleraciones en el impacto.
  • Iguala la duración de subida y bajada: muchos golfistas aceleran en el downswing por ansiedad. Trabaja en mantener ambos tiempos iguales o incluso ligeramente más pausado el retorno, como un swing de putt largo.

💡 Un buen chip se siente como una extensión natural del cuerpo. Si lo haces con prisa, la bola lo notará. Si lo haces con ritmo, el green trabajará a tu favor.

📌 Ejercicio útil: graba tus swings de chip en cámara lenta. Observa si la subida y la bajada tienen un ritmo parecido o si hay aceleración antes del impacto. Cuanto más fluido y constante sea el movimiento, más regular será el resultado.

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Elección del palo para cada situación

El chip no se ejecuta con un solo palo. Dependiendo de la distancia al hoyo, el tipo de obstáculo y el terreno disponible para rodar la bola, puedes elegir entre varios wedges o incluso un hierro corto. Conocer las características de cada palo te permite adaptar el golpe a la situación y aumentar tu precisión.

✔️ Pitching wedge (PW)

El pitching wedge es uno de los palos más versátiles del golf, y en el juego corto destaca por su capacidad para ejecutar chips bajos y con gran rodamiento. Su loft moderado (alrededor de 44–48°) lo convierte en una herramienta ideal cuando el green está despejado y se puede aprovechar el terreno para acercarse al hoyo.

  • Ideal para chips rasos: el PW genera un vuelo bajo que apenas supera el primer obstáculo (si lo hay) y permite que la bola ruede largo sobre el green, como un putt con salto.
  • Perfecto cuando hay espacio: si tienes muchos metros de green entre tú y el hoyo, y ninguna complicación frontal (búnker, rough o pendiente agresiva), el PW es una opción segura y predecible.
  • Alta fiabilidad desde el fairway o fringe: sobre césped corto o limpio, el PW ofrece gran control. Es ideal para esos chips desde el collar del green donde el putt sería arriesgado, pero un wedge más abierto generaría demasiado vuelo.

📌 Ejemplo: tienes la bola a 10 metros del hoyo, con 2 metros de rough corto y 8 metros de green plano hasta bandera. Elige el PW, apunta al punto de aterrizaje tras el rough, y deja que la bola ruede con naturalidad hacia el hoyo.

💡 Piensa en el pitching wedge como tu “palo de rodamiento largo”. Si el terreno lo permite, el chip más simple suele ser el más efectivo.

✔️ Sand wedge (SW)

El sand wedge, con un loft entre 54° y 58°, es el palo preferido cuando el chip requiere elevar la bola rápidamente y detenerla pronto. Su diseño, pensado originalmente para salir de los búnkers, también lo convierte en una excelente herramienta para situaciones donde necesitas altura y precisión en espacios reducidos.

  • Útil para superar obstáculos inmediatos: si hay un borde de rough denso, un búnker o una elevación junto al green, el SW te permite levantar la bola con facilidad sin necesidad de un swing agresivo.
  • Genera vuelo alto y poco rodamiento: a diferencia del PW, el SW lanza la bola al aire y la frena rápidamente al aterrizar, ideal cuando solo tienes unos pocos metros de green antes del hoyo.
  • Requiere más precisión: debido al vuelo más alto, el margen de error es menor. Es fundamental identificar bien el punto de caída y controlar la potencia del golpe para evitar que la bola se pase o quede corta.

📌 Ejemplo: tu bola está a 3 metros del green y hay un búnker en medio. Solo dispones de 5 metros de superficie hasta la bandera. Con el PW no llegarías a levantar la bola; el sand wedge es la elección correcta para volar el obstáculo y frenar la bola cerca del hoyo.

💡 El SW es tu mejor aliado cuando el chip exige precisión vertical. Aprende a dominarlo y podrás salvar pares donde otros firman dobles bogeys.

✔️ Hierro 9 u 8

Cuando el objetivo es hacer que la bola ruede como un putt largo, los hierros 9 y 8 ofrecen una excelente alternativa. Con lofts moderados (entre 36° y 44°), estos palos permiten ejecutar chips planos y previsibles, ideales para situaciones sin obstáculos y con mucho green disponible entre la bola y la bandera.

  • Perfectos para trayectorias bajas y rodadas: el vuelo inicial es mínimo, con la bola tocando tierra rápidamente y rodando la mayor parte de la distancia hasta el hoyo.
  • Contacto suave y controlado: el ángulo de la cara y la interacción con el suelo generan un bote bajo y estable. Esto facilita un mayor control direccional, ideal en greens planos o con ligeras caídas.
  • Útiles cuando no hay obstáculos: si el camino hasta el hoyo está despejado, esta es la opción más segura y fácil de repetir. El margen de error es mayor que con un wedge más loftado.

📌 Ejemplo: estás a 10 metros del hoyo con 9 metros de green por delante y sin interrupciones en el terreno. Elige un hierro 9, realiza un swing tipo péndulo y deja que la bola haga la mayor parte del recorrido rodando. La precisión del punto de caída es menos crítica porque el rodamiento suaviza los errores.

💡 Cuanto menor es el loft del palo, mayor es el porcentaje de rodamiento respecto al vuelo. Usa esto a tu favor cuando tengas margen y busques consistencia sobre complicación.

🎯 Vuelo vs rodamiento en el chip:
La elección del palo determina la proporción entre altura y rodamiento. Cuanto más loft tenga el palo (como un sand wedge), mayor será el vuelo y menor el rodamiento. Cuanto menos loft (como un hierro 8), más rodará la bola tras el impacto. ¡Elige según el terreno!
Palo Vuelo Rodamiento Situación ideal
Pitching Wedge (PW) Bajo Alto Chips desde el fairway o fringe, sin obstáculos delante
Sand Wedge (SW) Medio-alto Medio-bajo Superar búnkers, rough denso o desniveles cortos
Hierro 9 Muy bajo Muy alto Mucho green disponible, chip largo sin obstáculos
Hierro 8 Muy bajo Máximo Green muy despejado, rodamiento tipo putt largo
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Cómo superar obstáculos cercanos al green

El chip es el recurso ideal cuando necesitas superar una zona complicada cerca del green, como un búnker, un desnivel, un rough denso o un montículo. En estas situaciones, el secreto está en elegir el palo adecuado, controlar la trayectoria y entender cómo reaccionará la bola al aterrizar.

✔️ Chip bajo y rodado

El chip bajo y rodado es el golpe más simple y consistente del juego corto. Se utiliza cuando no hay grandes obstáculos entre la bola y el hoyo, o cuando solo hay que superar una franja mínima (como el inicio del green, un pequeño montículo o una zona de rough corto). El objetivo es hacer que la bola toque tierra lo antes posible y ruede como un putt largo.

  • Situaciones ideales: camino despejado hacia el hoyo, green amplio por delante, sin búnkers ni rough denso. También es útil para bordes de green ligeramente elevados o chip desde el collar.
  • Colocación de la bola: sitúa la bola ligeramente atrás en el stance, para favorecer un impacto descendente y un vuelo bajo. Las manos deben estar adelantadas, alineadas con el muslo izquierdo, lo que ayuda a cerrar ligeramente la cara del palo.
  • Palo recomendado: pitching wedge o hierro 9, dependiendo de la distancia total y del tipo de césped. Cuanto más rodamiento quieras, menos loft necesitas.

📌 Consejo táctico: visualiza el chip como si fuera un putt con salto inicial. Apunta a un punto de aterrizaje claro, justo más allá del obstáculo, y deja que la bola ruede hasta el hoyo con un swing corto y ritmo fluido.

💡 Este tipo de chip no busca espectacularidad, sino eficacia. Cuando el terreno lo permite, es la opción más segura para dejar la bola cerca sin complicaciones.

✔️ Chip alto con parada rápida

El chip alto con parada rápida es el golpe ideal cuando necesitas superar un obstáculo inmediato —como un búnker, una elevación o un rough denso— y apenas cuentas con superficie de green para frenar la bola. Requiere técnica, pero bien ejecutado puede convertirse en uno de los golpes más eficaces de tu repertorio cerca del hoyo.

  • Situaciones típicas: bandera muy cerca del borde del green, búnker entre la bola y el hoyo, plataforma elevada, caída abrupta o césped largo y esponjoso.
  • Palo recomendado: sand wedge (SW), lob wedge (LW) o incluso un wedge de 58°–60°. Cuanto mayor sea el loft, más fácil será levantar la bola con poco recorrido.
  • Colocación de la bola: en el centro del stance o ligeramente adelantada, lo que permite aprovechar el loft del palo y generar más altura. El peso se mantiene equilibrado o ligeramente hacia el pie delantero.
  • Swing suave, pero descendente: el palo debe deslizarse bajo la bola con un ángulo de ataque controlado. No se trata de “picarla”, sino de soltarla suavemente hacia arriba, permitiendo que el spin natural detenga la bola al aterrizar.

📌 Consejo práctico: visualiza el punto exacto donde quieres que la bola caiga y se frene. Una vez elegido, piensa la trayectoria necesaria para alcanzarlo, y luego escoge el palo que puede generar ese vuelo y efecto.

💡 Este tipo de chip exige precisión tanto en el contacto como en la lectura del green. Pero con práctica y confianza, se convierte en un recurso insustituible para salvar pares complicados.

Tipo de chip Situación ideal Palo recomendado Características clave
Chip bajo y rodado Terreno despejado, sin obstáculos, green amplio PW, Hierro 9 o 8 Vuelo corto, máximo rodamiento, control de dirección
Chip alto con parada rápida Obstáculo inmediato y poco green disponible SW o LW Vuelo alto, poco rodamiento, alto spin
Chip desde el rough Césped largo o denso, necesidad de levantar rápido SW, LW Contacto limpio, trayectoria alta, requiere fuerza controlada
Chip desde pendiente o cuesta Terreno inclinado, stance inestable Depende de la pendiente (PW o SW) Ajuste de peso y eje corporal, golpe compensado
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Errores frecuentes al realizar un chip

Incluso los golfistas con experiencia cometen errores en el chip. Al tratarse de un golpe de precisión, pequeños fallos técnicos pueden provocar resultados muy pobres. Identificar estos errores y saber cómo corregirlos es clave para mejorar tu juego corto.

❌ Golpear con demasiada fuerza

Qué pasa: Se acelera el swing en el downswing o se golpea con rigidez por nervios o inseguridad.

Consecuencia: Bola que sobrepasa el hoyo o sale rebotada, sin control ni sensibilidad.

❌ Romper las muñecas en el impacto

Qué pasa: Se intenta levantar la bola con un gesto de “muñecazo” en el momento del contacto.

Consecuencia: Topazos, golpes sin vuelo o trayectorias erráticas. El loft del palo ya se encarga de elevar la bola.

❌ No mantener el peso hacia delante

Qué pasa: El peso se queda atrás o se reparte mal entre ambos pies.

Consecuencia: Contactos poco limpios, golpes “clavados” o trayectorias inconsistentes.

❌ Detener el swing justo después del impacto

Qué pasa: Se frena el movimiento tras golpear la bola, como si fuera un empujón.

Consecuencia: Golpes descontrolados, sin seguimiento ni dirección clara.

📌 La mayoría de estos errores se corrigen con práctica consciente, ritmo controlado y confianza en la técnica. El chip es un golpe delicado, no agresivo.

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Consejos para mejorar tu chip

Dominar el chip no depende de fuerza ni de tener un swing perfecto. Se basa en sensibilidad, lectura del terreno y repetición. Estos consejos te ayudarán a entrenar con propósito y ganar confianza cerca del green.

🎯 Practica con objetivos claros

Coloca toallas, tees o aros en diferentes zonas del green de prácticas. No golpees al azar: visualiza el punto de aterrizaje y trabaja para alcanzarlo con distintos palos y trayectorias.

📐 Varía la colocación de la bola

Experimenta colocando la bola más atrás o más centrada para ver cómo cambia la trayectoria. Entender el efecto de cada pequeño ajuste te permitirá adaptar el golpe a cualquier situación.

⛳ Simula situaciones reales de campo

Practica desde lies inclinados, rough denso, bordes de búnker, terreno húmedo o seco. La clave es acostumbrarte a condiciones irregulares y no depender solo de la alfombra del campo de prácticas.

🧠 Mantén una rutina previa constante

Establece una rutina sencilla y repetible: visualiza el golpe, realiza un swing de práctica suave, alinea bien el cuerpo y ejecuta con confianza. Esto te dará consistencia bajo presión.

📊 Registra tu rendimiento

Lleva una hoja de control con aciertos, errores y zonas de mejora. Evalúa cuántas bolas dejas dentro de 1 metro desde 5, 10 o 15 metros. Medir es clave para progresar.

💡 Mejorar tu chip es cuestión de repetición consciente, técnica refinada y toma de decisiones inteligente. Cuanto más confiado estés en tu juego corto, más relajado jugarás el resto del hoyo.

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